Comercio alienta expectativas de repunte de la actividad en el segundo semestre
Los pronósticos vigentes sugieren que el tercer trimestre será el mejor. El ritmo del cuarto está en duda.
- T+
- T-
Una grata sorpresa tuvo ayer al mercado al enterarse de que el Índice de Actividad del Comercio al por menor (IACM) creció 3,3% en mayo comparado con igual período del año anterior, es decir, por sobre lo previsto (1,6%). Tras este antecedente informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de hecho las expectativas para lo que fue la expansión del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) en el quinto mes se afianzaron en torno al 2,4%.
"Es un buen dato y confirma el repunte en el comercio que veníamos anticipando hace algunos meses", dijo el economista senior de Scotiabank, Carlos Muñoz.
Dado el impulso en mayo -superior al 2,1% que mejoró el Imacec en abril-, la economía habría cerrado el segundo trimestre con un ritmo sobre el 2%, es decir, a distancia del 1,6% de enero-marzo.
Más auspicioso, el repunte persistiría en los meses siguientes, aunque en el detalle las apuestas van desde un 2,2% a un 4,5%, perfilándose en su mayoría a un PIB anual por debajo del 3%.
"Los datos del INE sorprenden positivamente: 5,5% en la actividad general del comercio y 3,3% la del comercio minorista. Esto lleva a subir la estimación del IMACEC de mayo de 2,0% a 2,3% y la del segundo trimestre de 2,0% a 2,1%", planteó el economista de Gemines, Alejandro Fernández.
De menos a más
Respecto de lo que será este segundo semestre, en su mayoría los economistas coinciden en que la trayectoria se acelerará en el tercer trimestre, con visos de convertirse en el mejor.
La duda que sugieren los pronósticos de los analistas se relaciona con la velocidad del crecimiento hacia diciembre. Mientras los menos ven una aceleración hasta niveles incluso superiores a 4%, otros apuntan a una desaceleración.
La economista de Zahler y co., Claudia Martínez, proyectó un escenario con una política monetaria local que apuntalaría el consumo y la inversión durante la segunda mitad del año para terminar con un PIB de 2,9%, enfatizando que la inversión "ha crecido menos de lo esperado".
Martínez anticipó una disminución adicional en la tasa de interés de 25 puntos base en lo que resta del ejercicio y otra en 2020 para terminar en 2%. Agregó que en lo que resta del año espera una baja del tipo de cambio real y también el próximo.
El economista senior de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, espera que durante el segundo semestre la economía nacional comience a ver reflejado "el efecto del nuevo impulso monetario y fiscal".
Con una visión más pesimista, Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody's Analytics, comentó que "la actividad económica chilena se ha moderado de manera significativa desde inicios del año". Y agregó que "aunque la actividad recuperó alguna fuerza durante el segundo trimestre, la economía aún funciona por debajo de su capacidad productiva".
Dentro de los supuestos en el ámbito internacional que vislumbra Martínez, están una política monetaria expansiva con dos bajas adicionales de tasa en Estados Unidos. Una durante este año, y otra en 2020. Todo ello en el contexto de "un crecimiento del PIB mundial de 3,2% en 2019, y 3,4% con sesgo a la baja para 2020, en la medida que las tensiones comerciales entre EEUU y China no se intensifiquen y que tampoco se agudice el conflicto con Irán".
Flores también espera que se mantenga la tregua entre las dos mayores economías del mundo, con el daño que provocan estas medidas arancelarias sobre el comercio mundial.
Un poco más optimista es el economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehmann, dado que contempla "que se alcanza un acuerdo comercial entre EEUU y China hacia finales de año".
En el terreno local espera ver "avances entre el gobierno y la oposición en materia de reformas tributaria, laboral y pensiones, lo que genera una mejora en la confianza".
El economista jefe de Tanner, Sergio Godoy, añadió que tras los datos observados en las Cuentas Nacionales del primer trimestre su escenario base se sustenta en una mantención de la fortaleza del consumo privado, una leve aceleración de la inversión y una mayor aceleración del consumo fiscal en lo que resta del año.